La
técnica de la enseñanza, consiste en este conjunto
de actividades directoras realizadas por el profesor con criterio
y sentido de la realidad; la asignatura es solamente la sistematización
del campo en que se realizan esas actividades. De ahí la
importancia de establecer un puente intercomunicante entre teoría
del conocimiento y enseñanza.
La teoría del
conocimiento tiene una función muy importante en la enseñanza,
en la medida en que ponga sobre la mesa de discusión los
problemas inherentes a la construcción del conocimiento que
se transmite. Es necesario establecer una diferencia entre
lo que es un producto y lo que es un producente. Esta distinción
es clave para el accionar docente.
Un conocimiento no es
sólo algo dado, no es sólo un producto; es también
una manera de pensar ese producto y, por tanto, de recrearse
como producto o crear a partir de él otro producto. Y
no podemos continuar enfrentando al alumno con un producto acabado;
por el contrario, hay que promover el desarrollo con habilidades
críticas y creativas como estrategia para transformar los
productos en algo abierto a nuevos conocimientos; es decir,
recrear la teoría y no sólo repetir mecánicamente
lo que dice un profesor, un libro o cualquier otro recurso tecnológico
complejo, como los que hoy abundan, pero que en su mayoría
sólo ayudan a repetir mejor lo repetido. Más aún,
hay que enfrentar al alumno con situaciones y experiencias que le
enseñen a construir su pensamiento, con lecturas y vivencias
que desarrollen y develen lógicas a través del contacto
vivo y directo con ellas, que posibiliten los descubrimientos;
antes que consumir diversas antologías, con un exceso de
información que, en el mejor de los casos, le provoca una
indigestión teórica, en lugar de estimular su inteligencia.
EXPOSICIÓN
DIDÁCTICA
1. La exposición
didáctica -que se podría llamar también lección
explicativa- es el procedimiento por el cual el profesor, valiéndose
de todos los recursos de un lenguaje didáctico adecuado,
presenta a los alumnos un tema nuevo, definiéndolo, analizándolo
y explicándolo.
2. La exposición
sigue, normalmente, los siguientes pasos: a) Introducción
(con buena carga motivadora). b) Desarrollo (esencialmente analítico
y bien ordenado). c) Síntesis, conclusión o aplicaciones
concretas.
3. Normas prácticas
para su realización:
- Trazar un plan cuidadoso de la exposición que se
va a hacer, determinando su objetivo inmediato, delineando el esquema
esencial del asunto, calculando bien el tiempo necesario y las técnicas
que se van a aplicar.
- Indicar a los alumnos el asunto del que se va a tratar
y mostrar las relaciones con la materia que se ha estudiado. Es
necesario ser claro y preciso en la exposición y metódico
en la discusión del tema .
- Emplear recursos hábiles de estímulo inicial
y mantener el interés y la atención de los alumnos,
dando vivacidad y sabor realista a las explicaciones.
- Aplicar las normas propias del lenguaje didáctico en
cuanto a estilo y elocución; no hablar demasiado de prisa;
emplear frases cortas, pero claras y comprensibles; pronunciar correctamente
y enunciar las palabras con claridad, si es clase presencial; ahora
bien si se refiere a un material didáctico las explicaciones
y las instrucciones deben ser lo suficientemente claras que el estudiante
sepa en todo momento en dónde está y hacia dónde
se dirige él en su aprendizaje.
- Intercalar breves pausas en la explanación, recurriendo
a sencillos interrogatorios y debates para avivar la atención
y el interés de los alumnos, invitándolos a una participación
más activa; aclarar inmediatamente las dudas que surgen,
no dejándolo para después.
- Siempre que sea posible, ilustrar la explicación con
material visual: láminas murales, mapas, diagramas, modelos
impresos y proyecciones. A falta de ello, representar gráficamente
los hechos de los que se trata y sus relaciones. Apoyar siempre
el lenguaje en recursos intuitivos, dándoles más objetividad
y realismo.
- Transcribir en el documento, resumido, pero bien ordenado,
el desarrollo del tema, acentuando los datos más importantes
y sus relaciones. Para ello se acostumbra utilizar los mapas conceptuales,
esquemas mentales o mentefactos.
- Cuando se lo considere necesario, intercalar algunas gotas
de buen humor, para que la clase resulte más agradable,
interesante y animada.
- Comprobar de vez en cuando, por medio de preguntas oportunas
y apropiadas, el grado de atención y de comprensión
de los alumnos, así sea figurativo por ser asincrónico.
PLAN
DE LA UNIDAD DIDÁCTICA
No basta reestructurar
un programa en unidades didácticas para enseñar por
unidades. Cada unidad constituye, por su propia naturaleza, un curso
en miniatura sobre el área o sector de la materia que la
unidad enfoca. El planeamiento específico de cada una de
las unidades didácticas constará, por lo tanto, de
las siguientes partes:
a) Encabezamiento.
b) Objetivos particulares, que dicha unidad se propone alcanzar.
Estos objetivos son una derivación y una particularización
de los objetivos más generales formulados ya en el plan del
curso.
c) Contenido esquemático de los temas abarcados por la unidad,
descendiendo a sus divisiones y subdivisiones más importantes,
a sus causas, relaciones, efectos o aplicaciones.
d) Relación de los medios auxiliares que el profesor pretende
emplear en el desarrollo didáctico de la unidad, como:
- El libro de texto adoptado,
con la indicación de los capítulos y páginas
que los alumnos deben consultar y estudiar en lo que concierne a
la unidad.
- La bibliografía complementaria que debe ser consultada,
leída, resumida y reseñada por los alumnos, individualmente
o en grupos.
- Los medios intuitivos que el profesor va a emplear para presentar
la unidad: mapas, cuadros murales, álbumes, películas,
diapositivas, discos, modelos, aparatos, gráficos, vídeos,
programas de ordenador, etc.
-Las materias primas, instrumentos y herramientas que se pondrán
a disposición de los alumnos para que realicen los trabajos
proyectados para la unidad o para preparar nuevos medios intuitivos
para ser usados en clase.
e) Actividades docentes,
especificando los procedimientos y técnicas que el profesor
va a emplear en cada una de las fases del ciclo docente de una unidad.
Así serán consignados los procedimientos y técnicas
que el profesor aplicará:
-Para motivar el aprendizaje.
- Para presentar
la materia.
- Para dirigir las actividades de los alumnos.
- Para integrar y fijar los contenidos del aprendizaje.
- Para verificar y evaluar el rendimiento en la unidad. Respecto
a este último punto, conviene que el profesor prepare un
esquema de las pruebas que aplicará para verificar los resultados
del aprendizaje de la unidad. Esto le servirá definir mejor
sus miras y para dedicarse a alcanzarlas. Sin embargo, la forma
definitiva de estas pruebas sólo podrá ser elaborada
en la víspera de su aplicación, con el fin de incorporar
todos los datos que han debido realmente aprender los alumnos.
f) Actividades de los
alumnos, tanto de clase como de extraclase, que, al estudiar la
unidad, realizarán con la asistencia y bajo la orientación
del profesor.
Condiciones
de un buen material didáctico.
Señalaremos, por
considerarlas de mayor interés, las siguientes:
1. Que sea capaz de
crear situaciones atractivas de aprendizaje. La percepción
y la acción son procesos fundamentales en la educación
en cualquiera de las asignaturas del plan de estudio. Por consiguiente,
si el material didáctico ha de contribuir eficazmente a ella
deberá ser capaz de provocar una y otra. Consideramos, por
tanto, inadecuado el material o el mal uso que se hace de él,
cuando lo maneja exclusivamente el profesor, aunque se sirva de
él para atraer y mantener la atención del alumno.
2. Que facilite al
niño, joven o adulto la apreciación del significado
de sus propias acciones. Esto es, que pueda interiorizar los
procesos que realiza a través de la manipulación y
ordenación de los materiales. Hay que tener en cuenta que
las estructuras percibidas son rígidas, mientras que las
mentales pueden ser desmontadas y reconstruidas, combinarse unas
con otras,...
3. Que dependa solamente
en parte de la percepción y de las imágenes visuales.
Hay que tener en cuenta que el material didáctico puede servir
de base concreta en una etapa determinada, pero debe impulsar el
paso a la abstracción siguiente. Esta dependencia, sólo
parcial de lo concreto, facilitará el desprendimiento del
material, que gradualmente deberá hacer el alumno.
4. Que sea polivalente
Atendiendo a consideraciones prácticas, deberá ser
susceptible de ser utilizado como introducción motivadora
de distintas cuestiones. Porque transmitir de la mejor manera
un conocimiento en la perspectiva de quien sabe a quien no sabe
puede ser una labor sencilla, consabida y hasta cómoda. No
así la de involucrarse teórica y metodológicamente
en un proceso de enseñanza-aprendizaje, donde se conciba
el vínculo profesor-alumno como un fenómeno complejo
y que en consecuencia exige mínimamente un conocimiento psicológico,
pedagógico y sociológico que permite ubicar al educando
como sujeto de aprendizaje y no únicamente como objeto de
enseñanza.
Actividad No. 1 ORIENTACIÓN
PARA EL TRABAJO GRUPAL